Nacido en la Inglaterra del siglo XVI, Orlando pertenece a una familia noble, cuya posición privilegiada le permite codearse con la realeza. Su juventud consigue ganarse los afectos de la anciana reina Isabel, quien lo cubre de honores y privilegios. Tras el fallecimiento de la reina, Orlando conoce a la princesa Sasha en la coronación del nuevo monarca. Emparentada con el embajador ruso, su breve estancia en el país es suficiente para marcar la primera experiencia amorosa en la vida de Orlando. También se convierte en su primera decepción, cuando cree vislumbrar a su princesa en manos de otro hombre. Sasha consigue convencerlo de lo contrario y acuerdan huir juntos dándose cita en cierta taberna a la medianoche, pero Sasha no acude a la cita.
Orlando se retira a su casa de campo, donde duerme siete días de corrido. Encuentra refugio en la soledad, en los libros y en la escritura de poemas y romances. Admirador de la obra de Nick Greene, un famoso poeta de la época, decide invitarlo a pasar unos días en su residencia. Orlando disfruta la compañía de su invitado, aún cuando éste se queja amargamente de su pobre estado de salud y de asegurar que la poesía ha muerto en Inglaterra. Greene acorta súbitamente su estancia, asegurando que no ha podido dormir a causa del silencio que reina en la casa. Orlando accede otorgarle una pensión -tema que el mismo Greene ha insinuado en sus conversaciones previas- a cambio de su opinión sobre “la muerte de Hércules”, una de sus obras. Greene aprovecha la experiencia para escribir un nuevo poema, satirizando a su anfitrión con pormenores que lo identifican fácilmente, incluyendo algunos pasajes de “la muerte de Hércules”, que encuentra extremadamente mundano y rimbombante.
Tras leer el poema de Green, Orlando decide quemar su producción poética de 57 obras, conservando sólo “El Roble”. Harriet, una joven archiduquesa, muestra un sofocante interés por el joven mediante frecuentes visitas a su mansión. Orlando no encuentra otra vía de escape que solicitar al rey una comisión como embajador a Constantinopla. Allí, cae nuevamente en un profundo sueño que dura siete días. Los turcos se han levantado en contra del sultán, masacrando y torturando a los extranjeros que encuentran a su paso, pero Orlando escapa a tal suerte, gracias al profundo sopor que lo hace pasar por muerto. Al despertar, descubre que se ha transformado en mujer. Con la ayuda de una gitana, escapa de Constantinopla y empleando una perla de su collar, consigue embarcarse con rumbo a Inglaterra.
Al llegar, se encuentra inmerso en disputas legales derivadas de la presunción de su muerte y el cambio de sexo, ambas contrarias a la posibilidad de retener sus propiedades. Al encontrarse nuevamente con la archiduquesa Harriet, descubre que en realidad es un hombre quien, enamorado de Orlando, se disfrazó de mujer, procurando así su cercanía. Harriet reinicia sus propuestas amorosas con renovado fervor. Excepto por la inversión de los roles sexuales, el cortejo resulta igualmente fastidioso. Orlando consigue despertar su indignación al hacer trampa en un juego que consiste en apostar sobre cuál terrón de azúcar se posará una mosca y de inmediato parte hacia Londres, donde frecuentará a los poetas y pensadores de la época. Su aspecto se ha estancado alrededor de los 30 años de edad, aunque han transcurrido más de 300 desde su nacimiento. Así, Orlando atestigua la niebla que se posa sobre la isla al inicio del siglo XIX, coronándola permanentemente en un clima de lluvia y humedad.
Durante una caminata por el campo, tropieza accidentalmente y es asistida por Marmaduke Shelmerdine, un marino que sólo aguarda la llegada del viento sureste para levar anclas. Ambos entablan una relación amorosa y contraen matrimonio abruptamente cuando el viento comienza a soplar. Shelmerdine parte hacia el cabo de hornos y Orlando regresa a casa para finalizar el manuscrito de “El Roble”. Emprendiendo su primer viaje en tren, parte hacia Londres para que sea publicado y en la calle encuentra casualmente a Nick Greene, quien la invita a comer. Greene promete ayudarla y conserva el documento para encargarse de su publicación. Eventualmente, su obra le otorga cierta fama y reconocimiento a principios del siglo XX. Orlando visita el roble que solía frecuentar en sus días de juventud. Ubicado en lo alto de una colina, la vista domina varios condados, el palacio familiar y en días despejados, el estrecho de Gibraltar. Desde allí, percibe el retorno del navío en el que ha partido Shelmerdine. Es el 11 de octubre de 1928.
Orlando es una novela con tintes autobiográficos, particularmente relativos a la relación sentimental de Virginia Woolf con Vita Sackville-West, una poetisa y novelista aristocrática que hacia finales de la década de 1920 se convirtió en su amante. La novela está dedicada a Vita y las tribulaciones legales de Orlando en relación a su herencia perdida están basadas en su experiencia, ya que las leyes de la época sólo contemplaban la primogenitura masculina. En consecuencia, Vita no pudo conservar Knole House, una de las casas más grandes de Inglaterra con 365 habitaciones, 7 patios y 52 escaleras.
Reseñado por Litteratum
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